La transmisión
de infecciones a través de inyecciones contaminadas se produce en todo el
mundo. Las nuevas jeringas "inteligentes" que la OMS recomienda para
la administración de inyecciones tienen características que impiden su
reutilización.
El uso de la
misma jeringa o aguja para administrar inyecciones a más de una persona está
favoreciendo la propagación de distintas enfermedades infecciosas mortales por
todo el mundo, informó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un
comunicado de prensa.
Millones de
personas -señala la OMS- podrían estar protegidas frente a las infecciones
contraídas a través de inyecciones contaminadas, si todos los programas
sanitarios empezaran a utilizar jeringas que no pudieran utilizarse más de una
vez.
Por esas
razones, la OMS está implantando una nueva política sobre seguridad de las
inyecciones destinada a ayudar a resolver el extendido problema que plantean
las inyecciones administradas sin garantías de seguridad.
REDUCIR EL
RIESGO
Según un
estudio publicado en 2014 patrocinado por la OMS, se estima que en 2010 el
número de personas infectadas en el mundo por el virus de la hepatitis B
mediante una inyección contaminada alcanzaba 1,7 millones de personas; esa
cifra podía ascender a 315 000 personas en el caso del virus de la hepatitis C
y a 33 800 en el del VIH.
Las nuevas
directrices y la nueva política sobre seguridad de las inyecciones que la OMS
hace públicas ofrece recomendaciones detalladas que ponen de relieve la
importancia de utilizar jeringas seguras, dotadas de sistemas que protejan al
personal sanitario de cualquier pinchazo accidental con una aguja y del
consiguiente riesgo de infección.
La OMS también
subraya la necesidad de reducir el número de inyecciones innecesarias, factor
decisivo para bajar el riesgo. Cada año se administran 16.000 millones de
inyecciones. Alrededor del 5% de estas sirven para vacunar a niños y adultos, y
otro 5% se utiliza en procedimientos como transfusiones de sangre o para
administrar anticonceptivos inyectables.
En el 90%
restante, las inyecciones se administra introduciendo la aguja en el tejido
muscular (vía intramuscular) o en la piel (vía subcutánea o intradérmica) para
administrar medicamentos. En muchos casos, estas inyecciones son innecesarias o
podrían sustituirse por medicación oral.
“Sabemos
cuáles son los motivos por los que esto está ocurriendo,” dice Edward Kelley,
Director del Departamento Prestación de Servicios y Seguridad de la OMS. Una de
las razones es que, en muchos países, la gente tiene la expectativa de que les
administren inyecciones, creyendo que este es el sistema más efectivo. Otra es
que, en los países en desarrollo, muchos profesionales sanitarios administran
inyecciones en sus consultas privadas para complementar su salario, que puede
no ser suficiente para mantener a sus familias”.
FUENTE DE
INFECCIÓN
La transmisión
de infecciones a través de inyecciones contaminadas se produce en todo el
mundo. Por ejemplo, en 2007, la causa de un brote de hepatitis C en el estado
de Nevada (Estados Unidos) se localizó en la clínica de un solo médico que
inyectó un anestésico a un paciente que tenía hepatitis C.
Luego, el
médico utilizó la misma jeringa para extraer otras dosis del anestésico del
mismo vial, que se había contaminado con el virus de la hepatitis C, y
administró inyecciones a otros pacientes. En Camboya, un grupo de más de 200
niños y adultos que viven cerca de la segunda ciudad más importante del país,
Battambang, dieron positivo en las pruebas del VIH en diciembre de 2014.
Posteriormente, el brote se atribuyó a la administración de inyecciones sin
medidas de seguridad.
JERINGAS
“INTELIGENTES”
“Implantar el
uso de jeringas con mecanismos de seguridad es esencial para proteger a la
población de todo el mundo contra la infección por el VIH, la hepatitis y otras
enfermedades. Esto debería ser una prioridad urgente para todos los países”,
afirma Gottfried Hirnschall, Director del Departamento de VIH/Sida de la OMS.
Las nuevas
jeringas “inteligentes” que la OMS recomienda para la administración de
inyecciones por vía intramuscular, intradérmica y subcutánea tienen
características que impiden su reutilización. Algunos modelos tienen un punto
débil en el émbolo que provoca su rotura, si el usuario intenta tirar hacia
atrás de este después de haber administrado la inyección. Otros tienen un
mecanismo de metal que traba el émbolo de manera que no pueda desplazarse hacia
atrás, mientras que en otros la aguja se retrae en el cilindro de la jeringa
tras haberse administrado la inyección.
También se
está incorporando en las jeringas tecnología concebida para proteger al
personal sanitario de pinchazos accidentales con agujas usadas que puedan ser
causa de infecciones. Una vez utilizada la jeringa, una funda o cubierta
protectora se desliza sobre la aguja impidiendo que el usuario pueda pincharse
accidentalmente con la aguja y protegiéndole, así, de cualquier posible riesgo
de infección.
La OMS insta a los
países a que en 2020 ya hayan implantado el uso exclusivo de las nuevas
jeringas “inteligentes”, salvo en los pocos casos en que el bloqueo de la
jeringa tras su primer uso interfiera con el procedimiento llevado a cabo, como
por ejemplo cuando el paciente está conectado a una bomba intravenosa que
utiliza una jeringa.Funte: Organización Mundial de la Salud, OMS /Bitacora Médica
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