Que el ejercicio físico es
uno de los mejores remedios para un organismo con el colesterol alto, es una
verdad irrefutable. ¿Pero cuántos de nosotros hemos sido diagnosticados con
niveles altos de LDL (el colesterol malo) y de triglicéridos, y hemos hecho
oídos sordos a esta recomendación?
Lamentablemente son una
gran mayoría. No solo por la pereza de cambiar de rutina de vida (siempre
es atractiva la vida sedentaria del zapping y del buen comer), sino porque hay
otro grupo que piensa que un corazón enfermo puede sucumbir ante el esfuerzo
físico. Nada más lejos de la realidad.
El ejercicio físico y estar en
movimiento es una necesidad imperiosa para alguien que tiene colesterol alto.
En primer lugar, porque estimula la producción de colesterol bueno, que
hace disminuir el colesterol LDL. Con ello, las grasas empiezan a caer. El
hígado es el encargado de procesarlas; cuando se satura por el exceso de grasa no
logra regular los niveles de colesterol de la sangre.
Una vida llena de tensiones, sin
duda, afectará nuestro metabolismo en general, la absorción de grasas y
nutrientes, y en general producirá índices elevados de colesterol y
triglicéridos. La falta de fibras, proteínas y vitaminas en nuestra
alimentación eleva los niveles de grasas más el colesterol y triglicéridos.
Ejercitarse quema las
grasas y el excedente de toxinas que se acumulan en nuestro cuerpo por una
alimentación pobre en calidad. El ejercicio también relaja y desestresa, y
ayuda a procesar mejor los alimentos, controlando los niveles de glucosa, por
lo que es especialmente indicado para los diabéticos.
¿Cómo empezar?
Puedes pedir asesoría a tu médico de
cabecera y también a un instructor de gimnasio. Si no estás nada habituado a
hacer grandes esfuerzos físicos, o hace mucho que no practicas algún deporte,
lo ideal será comenzar de a pocos. Exigirle al cuerpo al máximo puede traernos
efectos contraproducentes, como lesiones musculares y óseas.
Puedes empezar, por ejemplo,
haciendo caminatas. Este ejercicio es muy completo, además de que no exige
mucho y no cuesta nada. Camina un promedio de media hora por día. Despacio al
comienzo y luego, como si anduvieras apurado.
Si tienes una bicicleta, mejor;
sal a comprar, a pasear o a hacer cualquier diligencia con ella, en vez de usar
el auto o tomar un bus. El ciclismo hace trabajar sobre todo las piernas, pero
también la respiración.
Haz footing. ¿Qué mejor que
correr todas las mañanas para empezar bien el día? Uno de los deportes más
completos y que tampoco costará nada. Sal a algún parque o plaza, y corre una
media hora como promedio. Si recién empiezas, haz algunas pausas y respira
profundo.
Otros deportes ideales para bajar el
colesterol son la natación, el spinning, saltar la soga y hacer aeróbicos.
Fuente: http://saludvidaypareja.com.ve/
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